Un café y las emociones de los hijos

Durante todos los post que he ido publicando he escrito con la intención de transmitirte, conocimientos jurídicos sobre aquellos aspectos que te pudieran interesar, sobre el derecho de familia para que pudieras decidir con más confianza cualquier asunto.

Y hay otro aspecto, muy importante en el derecho de familia o en los conflictos familiares y que me gustaría tratar, y son las emociones. Es un tema que también me interesa por mi formación de mediadora, aunque no tengo conocimientos suficientes para asesorar ni aconsejar a nadie. Pero durante estos años de ejercicio he podido entablar amistades profesionales con psicólogos y terapeutas con quienes debato sobre las consecuencias emocionales de los procedimientos de familia.

Y esta semana he podido tomar un café con una de estas profesionales y conversar sobre la influencia que tiene la relación de los progenitores en las relaciones futuras de sus hijos.

Me gustaría en este post compartir parte de esta conversación, ya que a mí, me resulto muy interesante y sobretodo vi una buena argumentación para animar a las personas a acudir a mediación.

Una de las primeras cuestiones que tratamos era como ella veía en su hijo y en su hija, patrones muy parecidos a los de ella con su marido. Tanto cosas buenas como cosas malas. Me interese por el tema enseguida, porque durante las rupturas las relaciones entre los progenitores pueden ser muy duras e incluso después de esta, y uno desconoce el alcance que ello puede tener en el desarrollo psicológico de los hijos. Y aunque creas que los hijos no se dan cuenta de ello, parece ser que no es así. Absorben cualquier detalle.

Para los hijos los progenitores son sus héroes, son perfectos, son sus guías, y si sus guías cuando se enfadan se gritan, se faltan al respeto, urden estrategias para que el otro se sienta mal a conciencia, todos estos comportamientos tienen repercusiones.

La pregunta estrella es, si los progenitores son los guías de sus hijos, ¿De qué forma crees que estos niños entienden que una pareja enfadada debe solucionar las cosas?

Se les está dando, un patrón base.

Otro de los temas que surgieron fue la famosa alienación parental, pero, en este caso cuando no hay ruptura. También se da en estas situaciones, pero no es tan vistosa como aquella que se denuncia en el juzgado.

El caso que me comento, era el de un hijo de un matrimonio, que le explico como de joven, mientras vivía en casa con los progenitores, su madre tanto a él como a su otro hermano, les hablaba mal de su padre. La conversación típica era, después de una discusión entre los progenitores que los hijos habían presenciado, la madre intentaba ganarse a sus hijos como aliados explicándoles su versión de lo ocurrido.

Yo le expuse, si es malo conversar sobre un suceso que acababa de ocurrir y exponer lo que uno opina sobre ello. Pero no, no es lo correcto, porque esta madre está creando un conflicto en sus hijos, porque ellos tanto quieren a papa como a mama, y los problemas maritales, donde no son parte, no tienen que tomar posición a favor de uno o de otro.

Es frecuente que se confunda con querer tener una buena relación con los hijos el explicarles las cosas, pero la compañera psicóloga recomienda no confundir ser una mama o papa amigable con ser el amigo tus hijos. No es lo mismo, hay que saber marcar una línea de diferenciación.

Además del conflicto de lealtades que se crea en ellos, está la frustración de ver que en su casa parece que no hay amor y los hijos quieren sentir que, en su hogar, donde ellos están creciendo lo hay.

Después de conversar sobre estas dos situaciones, estuvimos de acuerdo que en los momentos de ruptura de la familia donde los hijos inevitablemente sufren, es importante que los progenitores sepan mostrar de qué forma se resuelve, porque sentara un aprendizaje para ellos.

Le expuse que opinión tenía sobre la mediación en temas de familia y opina que es un sistema donde las partes pueden gestionar con menos violencia el problema, conseguir un clima de menor tensión para el futuro de la relación, si siguen viéndose por compartir la custodia de los hijos. Y los hijos verán a unos progenitores más calmados, con dolor, pero gestionándolo de forma pacífica, con respeto.

Coged todo lo que he explicado como generalidades, no como algo que en cada caso se dé, de la misma manera. Pero si quiero que sirva, como me ha servido a mí, como punto de reflexión.

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Abogada licenciada en derecho en la Universidad de Barcelona con Máster en Derecho de Familia e Infancia entre otros.

Desde la salida de la carrera ha trabajado en diferentes bufetes de abogados hasta que en 2017 funda en Igualada y Barcelona su propio despacho, Aylagas Abogada ofreciendo servicios como abogada de familia y mediadora. 

Forma parte de la Sociedad Catalana D’advocats de Familia (SCAF)

Marina Aylagas Abogada de Familia en Igualada
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